Para terminar...

 Como último texto de este blog les dejo mi conclusión sobre es el circo y porque cambió tanto:

El circo une países, culturas y costumbres. Nos permite conocer, desde nuestro país, los estilos de vida de otros, ejemplo de esto es el circo Ruso donde los payasos se visten como la gente que camina en la calle, o el tradicional Circo Criollo en nuestro país, donde en la segunda parte de la función se representan “obras” estrechamente vinculadas con sucesos cotidianos y de la vida real.

El circo ha cambiado, se ha transformado de muchas maneras y en muchos momentos de la historia. Las causas de esos cambios son muy diversas, entre ellas la necesidad de seguir sorprendiendo a los espectadores y la aparición de los medios audiovisuales. Sin embargo el espíritu circense se mantiene, lo único que en cierta forma no se mantiene, y en sus comienzos era parte fundamental de su esencia, es el hecho de que sea un espectáculo popular, al que todos puedan asistir. Esto se debe a la comercialización y al mercado, actualmente el precio de las entradas para asistir a espectáculos de compañías como la del Cirque du Soleil limitan al público según su nivel económico.


Debería volver a pensarse en el circo como una forma de unir en las mismas gradas a todas las clases sociales y no cerrarlo a las que se encuentran en una mejor posición socio económica. 


En nuestro país estos espectáculos han perdido su importancia y prestigio. Si bien hay muchos circos, la gente no los conoce o no asiste a las funciones. La Secretaría de Cultura de la Nación debería interesarse más por rejuvenecer y volver a hacer que, el arte circense sea tan importante como en sus comienzos, dándole mayor importancia a las compañías nacionales que a las internacionales que llegan al país en sus giras, porque son reconocidas universalmente.