El Circo Estadounidense

El circo moderno llega a Estados Unidos de la mano de John Bill Ricketts, quien al principio se contento con reproducir obras en las que él había participado anteriormente, para luego abrir su primer circo en Nueva York, donde unos meses antes había abierto una escuela de equitación. Su circo era un anfiteatro al aire libre con capacidad para ochocientas personas, ubicadas alrededor de una pista circular de catorce metros.
Ricketts tuvo que hacer frente a su primera competencia en 1796 con la llegada a Estados Unidos de Philip Lailson, un jinete sueco, a quien se le reconoce la idea de utilizar desfiles en las calles para hacer publicidad de las funciones. 


De 1830 a 1870 se da un gran desarrollo del circo en este país debido en gran parte a que el mercado lo dominaban propietarios no saltimbanquis. Al asociarse algunos hombres de negocios y publicistas con los artistas circenses  fue posible ese gran progreso.
En 1825, en Smers, Purdy Brown levantó la primera carpa. Un ex-farmacéutico ideó los mástiles de cornisa que permitían agrandar la carpa y más tarde lanzó el transporte del circo criollo por ferrocarril. El hijo de un tabernero organizó los primeros pasacalles en la ciudad para anunciar un espectáculo, retomando la idea de los desfiles de Lailson.


Los directores norteamericanos se organizaron en un sindicato, el Flat Foot Party, cuyos miembros habían nacido todos en los alrededores de Salem, eran masones y amaban a los elefantes, símbolo del éxito en este país. La función de este sindicato era luchar contra la entrada de circos extranjeros, y comprar sistemáticamente las empresas que quebraban o fijaban precios demasiado reducidos.
La guerra de Secesión devastó al circo pero estos lograron superar las consecuencias de la guerra. “Los circos se instalan en medio de un campo y levantan alrededor de la carpa una verdadera “ciudad de los placeres” con atracciones de feria, galerías de fenómenos e incluso salas de juego y salones, en aquellos circos más atrevidos.” (Mauclair, 2003, 97).
A final de siglo aparecieron dos grandes multinacionales, Ringling Bros. y Barnum & Bailey. Años más tarde, en 1907, los hermanos Ringling adquirieron Barnum & Bailey y compraron los principales circos norteamericanos, formando así una especie de circo gigantesco, dominado por una organización gigantesca. Búfalo Bill fue la única compañía que logró mantener su independencia al quedar fuera del consorcio gracias a su exitoso  “Wild Show” .


El circo en los países anglosajones surge una gran decadencia cuando llegan espectáculos aún más populares que él: el music-hall y el cinematógrafo.
Con la crisis económica de 1929, Ringling, tomó el control de la American Circus Corporation y reforzó la posición de “el mayor circo del mundo”. En 1937 tomó las riendas un sobrino de él: John Ringling North. “Fuera de la égida de Ringling Bros., los demás circos se reparten el inmenso mercado interior, utilizando todos la misma fórmula: carpas faraónicas, triple pista, desplazamientos por ferrocarril, acampada en las afueras de las ciudades, desfiles y pancartas gigantescas.” (Mauclair, 2002003, 98). La crisis mundial del circo ocurrida en la década de los sesenta del siglo pasado, sumado a un incendio, las huelgas del personal técnico y el aumento de los costos de producción, hicieron que John Ringling decidiera dejar las carpas y comenzar a hacer las funciones en teatros y estadios, y más tarde “liquidar la empresa” (Mauclair, 2003, 98). Sin embargo las compañías más chicas que van de gira por el interior mantienen la carpa y se mantienen fieles al público popular.


En Estados Unidos no existen escuelas de circo, hablando estrictamente. Ringling tiene una Universidad de Payasos en Florida pero es únicamente para formar a sus payasos de desfile. La mayoría de los artistas sienten su vocación luego de participar en los circos de verano, que orientan sus programas  para englobar las actividades lúdicas de los niños durante sus vacaciones. Sin embargo un terreno en el cual los circos americanos si están muy bien organizados es en los museos y colecciones, existen numerosos Circos de la fama, museos que conmemoran la carrera de artistas que han entrado en el panteón del circo.

Comentarios

  1. no se ve un carallo,
    ahora fuera bromas, deberías de cambiar la escala de colores y el contraste del blog, porque no se ve bien
    att: unos estudiantes de arte dramatico de Galicia, que estamos utilizando tu información para una asignatura, un besi y muchas gracias :)
    pero cambia el color!

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  2. Cambie el formato para que puedan verlo. Espero les sirva!

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